Bienvenida la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), aunque tardía e insuficiente
La aprobación de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 1.080 € no deja de ser una buena noticia, sobre todo si se tiene en cuenta que está llamada a favorecer a un sector de la clase trabajadora que se encuentra entre los más vulnerables del conjunto social, con baja cualificación profesional y elevado grado de precarización. En este sentido, desde la Confederación Intersindical (CI) entendemos que estamos ante un avance aunque llega años después de que hubiéramos planteado la necesidad de que ese salario mínimo suba hasta los 1.200 € si lo que se quiere de verdad es aspirar a una homologación salarial con otros países del entorno europeo. Esta cifra no es un capricho arbitrario. Se corresponde con el 60% del salario medio recomendado por la Carta Social Europea.
En todo caso, desde la CI tenemos que señalar que esta medida llega tarde y es claramente insuficiente si tenemos en cuenta las consecuencias que la actual coyuntura de crisis económica está generando entre amplios sectores de la clase obrera y sectores medios de nuestra sociedad.
Recientemente señalábamos que aunque desde el Gobierno se señala que la evolución de la inflación se ha ralentizado en los últimos meses del año 2022, lo cierto es que esas mismas fuentes no pueden ocultar el pesimismo que crea el mantenimiento de lo que se denomina inflación subyacente, que incluye alimentos elaborados, de alta volatilidad y productos energéticos. El dato se sitúa en una cifra que supera el 7% al finalizar el año. Este dato alcista en los precios de los productos de primera necesidad se come el ya escaso poder adquisitivo de las familias.
Frente a esta situación, las clases trabajadoras se encuentran obligadas a luchar para intentar salvaguardar sus intereses. La recuperación del poder adquisitivo solo será posible con una ofensiva por la actualización de los salarios. Una escala móvil que tenga en cuenta la evolución real de los índices de inflación.
La negativa de la patronal a esta subida del SMI no es sorprendente. Son las mismas quejas que ya hicieron públicas con motivo de subidas anteriores. Sin embargo, los datos son concluyentes. Según la Agencia Tributaria, señalan que desde enero hasta septiembre del pasado año, las empresas vieron crecer sus beneficios un 52%, un 42% si se descuenta el impacto producido por el incremento de precios. Así pues, como ocurre en todas las crisis capitalistas. Por el contrario, en el momento de negociar los convenios aparecen los lamentos sobre el impacto de la crisis en el sector empresarial, argumento utilizado para ofrecer una mejora media de los salarios de solo el 2.8 %.
Ante esta situación, solo nos queda como alternativa ensanchar el horizonte de las movilizaciones de cara a buscar una defensa de los salarios tal como viene ocurriendo en diversos países del entorno europeo porque más allá del SMI, la pérdida de poder adquisitivo afecta a todas las categorías profesionales.
Confederación Intersindical | 1 de febrero de 2023