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Pablo Hasél no debe entrar en prisión

El gobierno de coalición no ha hecho su tarea en materia de libertad de expresión. Pedimos que se derogue la ley mordaza y que, en la reforma del Código Penal, se eliminen los delitos que coartan la libertad de expresión y de opinión

El 28 de enero, la Administración de Justicia española comunicó a Pablo Rivadulla Duró, artísticamente conocido como Pablo Hasél, que tenía diez días para entrar «voluntariamente» en prisión.

La condena que se deriva de este requerimiento ha sido dictada por la Audiencia Nacional, una institución heredada del Tribunal de Orden Público franquista, un órgano que sucedió – a su vez- la jurisdicción militar en la función de reprimir la disidencia ideológica contra el régimen fascista y criminal.

Los delitos por los que ha sido condenado son «enaltecimiento del terrorismo» e «insultos contra la Corona y las instituciones». Curiosamente, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha advertido repetidamente, al Estado Español, contra los delitos de insultos a la Corona, por suponer un claro ataque a la libertad de expresión que no se ajusta al espíritu del Convenio Internacional de los Derechos Humanos e implica una clara merma de los valores democráticos.

En este sentido, la Confederación Intersindical quiere recordar que el «gobierno más progresista de la historia» no ha hecho su tarea sobre la libertad de expresión. El sindicato recuerda el compromiso de derogar la Ley Mordaza. También pide que se reforme el Código Penal para eliminar los delitos obsoletos, como el enaltecimiento del terrorismo o los delitos cuestionados por la justicia europea, como los insultos contra la Corona o las instituciones.

Actualmente, España es líder mundial en artistas encarcelados, según la ONG Freemuse, consultora de las Naciones Unidas.

Según la Confederación Intersindical, la situación es aún más grave cuando se aprovecha el estado de alarma y la pandemia para acelerar una represión que encontraría una respuesta en la calle que actualmente no se produce debido a las restricciones sanitarias.

En este contexto de incumplimiento del compromiso con la libertad de expresión, hay una medida que está en manos de los gobernantes españoles: una amnistía general a favor de los condenados por delitos de opinión, que restaure la dignidad, la democracia y la libertad de personas como los titiriteros, Jordi Pessarodona, el cantante mallorquín Josep Miquel Arenas, Valtonyc, y el músico de Lleida Pablo Rivadulla Duró, Hasél.

Desde la Confederación Intersindical exigimos al Gobierno que arbitre las medidas necesarias para evitar que Pablo Hasél ingrese en prisión.

SECRETARIADO CONFEDERAL | 11 de febrero de 2021

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