Yo no puedo comprar pan
En la agenda del lunes 25 de marzo había reuniones bilaterales con sindicatos argentinos. Entre reunión y reunión vamos a casa de un compañero que vive en La Boca, muy cerca de La Bombonera. Una de las cadenas de televisión estaba realizando un programa sobre la inflación, los salarios y las pensiones. La periodista entrevistó a un pensionista que dijo frases que definen muy bien la situación de la clase trabajadora y de los sectores populares: “yo no puedo comprar pan” y “es insoportable vivir”.
A los tres meses de la presidencia de Javier Milei la situación de la gente ha empeorado muy rápido. La inflación entre diciembre y abril fue del 110%. El aumento de las pensiones mínimas de un 50,7% y el resto un 62,6%. Además, quiere introducir un impuesto sobre los salarios de la gente trabajadora, mientras que los que más tienen y las empresas apenas paguen impuestos y pretenden despedir, a fecha 31 de marzo, a unas 70.000 personas del sector público, mientras el sector de la construcción puede perder unos 150.000 empleos por la paralización de las obras del sector público. Podríamos seguir detallando las medidas que Milei quiere implementar en Argentina. La lista de medidas contrarias a la mayoría de la gente sería muy larga. Unas políticas que no son nuevas ni patrimonio del presidente argentino.
La desregulación, el revisionismo de la historia argentina, la venta de las empresas públicas, la reducción o eliminación de las prestaciones sociales, el ataque a los derechos laborales y la pretensión de cargarse el movimiento sindical son algunas de las medidas concretas. En este sentido se ha puesto el foco en el potente movimiento sindical con el objetivo de debilitarlo y restarle la capacidad de negociación y movilización.
Ante este programa antisocial y, por cierto, muy poco patriótico, el movimiento sindical, representado por las tres centrales sindicales, ha iniciado el camino de la confrontación continua y continuada para hacerle frente. Lo ha hecho con los movimientos populares y sectores combativos. Está habiendo muchas movilizaciones sectoriales, de empresas o territoriales y se está preparando un paro general y una gran marcha. El pasado 24 de marzo hubo una masiva movilización por la memoria, verdad y justicia que puso en evidencia el malestar de la inmensa mayoría de la sociedad argentina frente a las políticas de Milei.
A Buenos Aires se desplazó una delegación internacional de más de 25 sindicatos o federaciones internacionales. La Confederación Intersindical estuvo representada por la Intersindical Valenciana. Lo hizo para expresar su solidaridad al movimiento obrero y a las centrales sindicales, en un momento bastante complicado.
La delegación intersindical participó en varios eventos. Lo hizo en las conferencias internacionales y congresos de la Central de Trabajadores/as de Argentina Autónoma (CTA-A) y la Central de Trabajadores/as de Argentina de los Trabajadores (CTA-T) y la presentación del proyecto sobre salario ganancia de la bancada de Unión por la Patria con una numerosa presencia de gremios; reuniones bilaterales con la Central de Trabajadores/as de la Educación de la República Argentina (CTERA), Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN), Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), CONADU Federación Nacional de Docentes del Estado, CTA-T y CTA Autónoma; reuniones con centrales sindicales que formaban parte de la delegación internacional y actos reivindicativos de la memoria como la manifestación del 24M, en el antiguo Club Atlético que fue un centro de detención, tortura y desaparición y la visita al Parque de memoria de las víctimas del terrorismo de estado.
La delegación intersindical ha valorado como muy necesario y positivo el viaje para conocer in situ la situación argentina, trasladar personalmente el apoyo y solidaridad y establecer y profundizar las relaciones con el movimiento sindical argentino.
